lunes, 6 de octubre de 2014

Corresponsabilidad con responsabilidad


Corresponsabilidad con responsabilidad
Estamos en  un período difícil  que afecta a todos los niveles de la sociedad y donde los sistemas sanitarios no están excluidos de esta zozobra.  Aparecen voces críticas, a veces interesadas, no en el bien común sino en el suyo particular;  donde se cuestiona  la financiación del sistema sanitario español, su papel  y hasta su existencia,  tal como lo conocemos en la actualidad.
Me imagino  un escenario donde el sistema sanitario estuviera en el centro de un auditorium y las voces defensoras y críticas están en las bancadas del público, “jaleando” sus  fortalezas y sus debilidades en una discusión continua que,  a veces, parece que no tiene fin y de las que muchas veces no se obtienen datos claros para evaluar la situación.
Se habla de financiación, de sociedad del bienestar, de equidad, de desigualdades entre comunidades y de muchos otros aspectos  que inciden en el propio sistema sanitario y por el que se defienden posturas,  a veces radicales y opuestas,  para poder llegar a un acuerdo que mejore  la situación.
Llegado a este punto, me hice la siguiente pregunta:  ¿ que responsabilidad tenían los actores de esta obra de teatro?
Simplificando las cosas tenemos tres grandes actores en este drama shakesperiano: por un lado, los políticos;  por otro,  los profesionales y por último, los usuarios. Cada uno con papeles de desigual importancia, como en una obra de teatro al uso, con actores principales, secundarios y con extras.
Pero como en la vida real, para que una obra de teatro tenga éxito, todos los elementos deben actuar al unísono y en armonía, siendo imprescindibles su hacer responsable,  desde el actor hasta el tramoyista,  para  obtener el éxito final y los aplausos del público.


Empecemos pues con los actores principales,” los políticos” que  a veces  “organizan “y legislan  sin adecuarse a los medios de los que  disponen, dando lugar a situaciones en el que el sistema sanitario puede llegar a tensiones difícilmente sostenibles en tiempos de crisis e hipotecando los futuros años.  Reconozco que es fácil dejarse llevar por ideales o visiones que muchas veces  están fuera de por lo menos mi realidad personal, en las que todo se encuentra con el telescopio altas miras éticas y pensando en lo mejor  para la ciudadanía.
Por otro lado, están los profesionales, entre los que me incluyo, que entramos en una espiral  de trabajo que no entendemos o no queremos entender y por último los usuarios que al fin están empezando a tener voz y voto en esta obra.
Por todo esto, creo que para que todos lleguemos a  buen puerto, es necesario que nos demos cuenta de la responsabilidad que tenemos como participantes en el  mantenimiento del sistema,  asesorándonos unos a los otros y aceptando la parte de responsabilidad que soportamos por ser elementos vivos de este sistema. Los políticos por las decisiones que toman que afectan directamente al sistema  muchas veces no basadas o fundamentadas en elementos propios del sistema, los profesionales, aportando nuestro trabajo y corresponsabilidad en ayudar a la sostenibilidad del sistema y por supuesto los usuarios haciendo un uso “responsable “de los mismos.



Quizás tendremos que empezar los profesionales a mirar con amplitud de vista  las decisiones que tomamos cada día en nuestra consulta,  logrando una mejor eficiencia y no eficacia con nuestro trabajo, adecuando los recursos a nuestras posibilidades y no criticar el despilfarro cuando no sabemos ni siquiera los costes que  ocasionamos con nuestras decisiones.
Por supuesto, los políticos deben de dar ejemplo, y “recortar” donde se debe y no donde se puede y hacer coparticipes a la sociedad de la necesidad de los mismos, Sin miedo a explicar hechos difícilmente aceptables para los mismos y fundamentar sus decisiones  en los profesionales o expertos que tiene el SNS.
Y por fin, los usuarios, tienen que hacerse corresponsables con el sistema, haciendo un uso racional del mismo, y financiarlo si fuera necesario para seguir teniendo el sistema lo más parecido al que existe en la actualidad
En todo sistema en el que los riesgos están fuertemente asegurados, hay déficit de responsabilidad. Cuando hay alguien que me asegura el servicio o los medicamentos que necesito, hay alguien que me garantiza un puesto de trabajo indefinido independientemente del esfuerzo, o simplemente hay alguien que no me puede pedir cuentas de mi gestión porque no tengo autonomía para realizarla y pedirme cuentas sería como pedírselas a él mismo; en estos supuestos, no tiene mucha lógica que me preocupe por asumir responsabilidades como paciente, profesional o gestor. Es más razonable que me ocupe en intentar aprovechar al máximo el seguro con el que cuento  .Vázquez,P. (2006)
 


 
 
Por tanto tenemos que tener la suficiente responsabilidad para corresponsabilizarnos con el SNS, con su mantenimiento en los términos que conocemos









1 comentario:

  1. Una reflexion muy clara de la situacion que esta viviendo nuestro sistema sanitario, y ante la que no nos podemos quedar a esperar sino actuar para reforzar unos cimientos que se estan desgajando.
    Comparto tu idea de que esto no lo arregla una sola persona sino todos en la parte que a cada uno nos corresponde, pero ha llegado el momento de ser responsables con nosotros y el futuro. Esto esto es de todos y para todos

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