domingo, 3 de mayo de 2015

¿Quien hace sostenible el sistema sanitario?

Si creeis que os voy a dar una respuesta, debería ser el ministro de sanidad. Os adelanto que no lo soy.

Podemos pensar que lo hacen sostenibles los propios usuarios, cuando utilizan los servicios sanitarios de manera adecuada, sin incidir en múltiples consultas por el mismo problema, o por la percepción de urgencia que cada uno tiene de su manera de vivir la enfermedad.
Pero esto es muy difícil y además quien debe enseñar a los usuarios qué es importante y qué es menos importante, hasta donde debemos luchar contra una enfermedad terminal, por qué es mejor actuar en la fase de prevención que en la de tratar secuelas, etc..
Quizás la sostenibilidad del sistema sanitario parta entonces desde la formación, desde la reconversión de una Universidad que poco a poco se desangra por la endogamia propia de Reyes y grandes dinastías. Necesitamos pues una universidad de pacientes, aunque quizás esto sea demasiado ambicioso. Deberíamos al menos intentar un colegio de pacientes o quizás un parvulario donde enseñar a los futuros usuarios del sistema sanitario público.


A lo mejor es el Estado el que deba asignar mas presupuesto a la Sanidad y aunque no sea sostenible, seguir financiándola. Esto es arriesgado y no esta exento de riesgos. Para poner mas en la cesta de sanidad hay que quitarlo de la cesta de defensa, de obras sociales, de infraestructuras o de educación.
A alguno de vosotros se le ocurriría continuar reparando un coche que tiene mas de 30 años, en vez de comprarse uno nuevo? Pues creo que esto es lo que piensa el estado con la sanidad, no le quieren echar mas dinero, pero tampoco encuentran un concesionario o una nueva formula para reinventar la sanidad deteriorada que tenemos en la actualidad.
En este punto sí que creo que el Estado tiene en su poder la posibilidad de darle una mano de pintura al coche, adelgazando su estructura política, adaptando la fiscalidad de grandes empresas y de pequeñas PYMES como son los futbolistas extranjeros, para recaudar lo necesario en vez de lo que hacen actualmente.
Tocar el futbol en España es como mencionar al diablo en el Vaticano, pero a lo mejor Cristiano Ronaldo debería pagar un 42% de IRPF y no un 25% como paga habitualmente. Igual deberíamos tener la mejor sanidad del mundo, en vez de la mejor liga de futbol profesional del mundo. O quizás no, y al menos seguimos entretenidos los domingos por la tarde.

Pero, ¿y si somos los profesionales los que hacemos esto sostenible? En una reunión escuche no hace mucho que cada médico a partir de las 15 h, estando de guardia, es un gerente en si mismo. Esto es cierto, pero yo me arriesgaría también a decir que no es solo aplicable a los médicos, sino al resto de personal sanitario y no sanitario que pueblan los hospitales y centros de salud.
No hay nada mas costoso o insostenible que un sanitario cabreado con un bolígrafo en la mano, con sus indicaciones, prescripciones y peticiones de pruebas. Y el problema es que nos han cabreado mucho y nos han convertido en parte del problema, por lo que ahora son muy pocos los que se creen parte de la solución.
He visto anestesistas en hospitales privados que han pasado de estar de presencia 24 horas a estar localizados porque el volumen de cirugías urgentes disminuía, pero que jamás tolerarían esto en un hospital publico. En sentido inverso también conocemos hospitales con servicios de ginecología y obstetricia continuo para un parto al día, solo porque algún político hipotecó su carrera con la construcción de un hospital en su comarca natal.


Los estudiosos de la gestion sanitaria, que se dieron cuenta pronto de esto, han intentado llevar la gestión a niveles mas micro y acercarla a los profesionales, creando las unidades de gestión clínica en un intento poco mas que teórico que con el paso de los años ha ido perdiendo su contenido de gestión y hasta casi su contenido de clínica. Los pacientes son meros números y los profesionales son como ruedas, que hay que inflar periódicamente y recambiar cuando ya no son productivas.

Después de un año de adoctrinamiento en una escuela de "jóvenes castores", creo que la gestión sanitaria ya no gestiona y que se esta perdiendo en un marco teórico, en el que no somos capaces de incentivar a unos profesionales desmotivados, la estructura estatal está obesa y falta de salud, los usuarios tienen cada vez mas derechos que deberes y encima el futbol si no eres de uno de los dos grandes, ¡ya ni nos entretiene!.